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Tuesday, December 29, 2009

Hoy Escucharé a mi Esposa

Rápidamente, al leer el libro del que les he venido hablando, Los Habitos de Jesus, siempre concluyo retándome a cambiar mi comportamiento en el día a día. Cierro los ojos y me imagino cambiando mis hábitos en el trabajo, en la calle mientras conduzco, en casas de amigos, etc. Inmediatamente he tratado de interesarme en ser diferente antes todas estas personas y en todos estos lugares, pero casi siempre pasa por arriba de mi cabeza un lugar o más bien el lugar más importante, MI HOGAR!

Jesus tenía el hábito de escuchar, muy diferente a nosotros que oímos a medias. Jesus en todos los casos escuchaba atentamente sin pretender saber lo que la otra persona quería decir (aunque lo sabía todo). Esto es muy confrontador para personas como nosotros que siempre creemos tener la razón y saber siempre "a donde va" la otra persona en una conversación, pensando incluso lo que voy a responder mientras la otra persona esta hablando.

Pero el punto de esta entrada no es exponer lo que me confrontó y lo que pienso hacer de ahora en adelante, sino es confesar que a primera instancia no pensé en arreglar este comportamiento en mi hogar antes que cualquier otro lugar aunque sabia que mi esposa era receptora de este mismo comportamiento que generalmente daba a los demás. Recuerdo muy bien utilizar frases como "se donde quieres llegar" o "ya no me digas mas, dejame explicarte"... recuerdo tambien estar pendiente a mil cosas al escucharla a ella. Claro esto no ocurría casi en momentos donde nos sentabamos a hablar... esos espacios eran mas "especiales" porque ya estaban catalogados como "momentos para hablar". ¿Pero que pasa en el día a día regular, donde no se dice la frase "vamos a hablar" pero mi esposa me comentaba algo o empezaba una conversación conmigo? En esos momentos yo simplemente no conectaba, llegando incluso a no prestar atención a información importante que ella luego notaba que no había retenido.

Me avergüenza saber que estas cosas estaban pasando en mi hogar y que al ser confrontado con este tema de escuchar, lo único que pense fue en escuchar bien "a los demas" sin incluir a mi esposa!... Le doy muchas gracias a Dios por darme el deseo de ganar el mundo para El y de poner el querer en mi de ser ejemplo en Cristo, pero estoy seguro que el lugar por el que debo empezar es en mi hogar, con mi esposa y con mis hijos.

Por lo tanto como Jesus tenía el hábito de escuchar... entonces pido a Dios sabiendo que así lo hará, que ponga en mi lo necesario para prestar atención a mi esposa de una forma que nunca lo había hecho, que me permita recordar lo que me habla, que sepa que es la persona más importante para mi al tener en mi una mirada fija y unos oidos prestos a escuchar y saborear cada palabra que me dice.

Asimismo entonces pido a Dios que me de también un deseo por escuchar atentamente a todos aquellos que quieran compartir palabras conmigo, logrando así un hábito de escuchar atentamente en mi trabajo, iglesia y otros lugares donde frecuento.

     Bendiciones en Cristo Jesús,

     Eric

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